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¿Es nuestra educación superior accesible e inclusiva?

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Álvaro Plaza Calderón

Director Escuela de Fonoaudiología.
Universidad de las Américas.

En diferentes contextos académicos existe consenso en valorar la diversidad y el respeto por las diferencias. Se han implementado equipos técnicos u oficinas de inclusión en las instituciones de educación superior, lo que claramente es un avance. Sin embargo, año a año tenemos nuevos estudiantes neurodivergentes matriculados en carreras universitarias que deben lograr un perfil de egreso declarado. Lo que implica que todo graduado debe aprobar un plan de estudio y cumplir con el dominio de contenidos, procedimientos y actitudes que lo distingue como parte de una profesión.

Frente a esto debemos seguir avanzando y hacernos responsables de promover y facilitar apoyos que requieren, en especial las personas con autismo, que logran llegar a la Universidad o instituto profesional, para que permanezcan en el sistema universitario, tengan éxito académico y logren graduarse de su carrera (acceder, mantenerse y graduase). Para ello se deben implementar ajustes que van desde tener recursos humanos (académicos) capacitados en estrategias de enseñanza diversas, que permitan el logro de aprendizajes por distintas vías; visuales, kinestésicas, verbales, escritas (según estilos de aprendizaje) como contar con mediciones o instrumento evaluativo flexibles que permitan al estudiantes con autismo demostrar lo que sabe, reconociendo tiempos de aprendizaje , facilitando rutinas para favorecer la planificación, tiempos de estudio, horarios de clases, trabajos u apoyos para organizar el tiempo para cumplir con las responsabilidades que adquieren al ser parte de una institución de educación superior al tiempo que se considera que pueden existir dificultades en trabajo en equipo, empatía, instrucción literal que pueden presentar estudiantes autistas.

Entonces, volviendo a la pregunta de inicio, y la para la reflexión, ¿Es nuestra educación superior accesible e inclusiva? En otras palabras, ¿Existe flexibilidad curricular en carreras de educación superior que las vuelvan accesibles e inclusivas? A mi parecer, creo que hay que seguir trabajando en estos ámbitos, visualizar con anticipación barreras que puedan frenar el progreso curricular de estudiantes neurodivergentes, incorporado tutorías, videos explicativos, apoyo de pares, prácticas de refuerzo, simulaciones con retroalimentación, seguimiento personalizado, equipo multiprofesionales educadores diferenciales, fonoaudiólogos, terapeutas ocupacionales que sean parte de un sistema de acompañamiento integral y robusto cuyo propósito sea lograr éxito en la educación terciaria de personas diferentes. Estos ajustes deben ser pertinentes, eficaces con el propósito de facilitar la participación, generar satisfacción en estudiante con Autismo quien al igual que todos los estudiantes buscan un mejor futuro, una vida digna al amparo de la educación.